miércoles, 19 de mayo de 2010

Discapacidad física y/o sensorial.


El día 11 de Mayo tuvo lugar la exposición centrada en la intervención con personas discapacitadas física y sensorialmente. El grupo de trabajo al frente de dicha exposición fue: Mª del Pilar, Marta, Beatriz y María.

Al igual que en la anterior entrada, por motivos de enfermedad no pude acudir a clase en este día. Sin embargo, he decidido buscar información sobre la temática y elaborar una entrada.

Hemos de comenzar la entrada haciendo referencia al término discapacidad.

En mi opinión, con el término discapacidad hacemos referencia a una persona con impedimentos para realizar ciertas actividades de la vida cotidiana como consecuencia de una alteración a nivel físico o intelectual.

Ahora bien, según la Organización Mundial de la Salud, el concepto discapacidad quedaría definido como la restricción o ausencia (debido a una deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano.

Llegados a tal punto, no estaría de más esclarecer las diferencias entre los términos discapacidad, minusvalía y deficiencia.

En el año 1980, la Organización Mundial de la Salud presentó un documento denominado Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías en el que se recogen las principales diferencias entre los tres términos mencionados.

Según tal documento, el término deficiencia se define como la pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica.

El concepto minusvalía se define como la situación de desventaja que afecta a un individuo determinado; consecuencia de una deficiencia o discapacidad, que limita o impide el desempeño de un rol, en función de su edad, sexo, factores sociales y culturales.

Me llama la atención el término discapacidad, en el sentido de que la persona que la padece no puede desempeñar con “normalidad” una determinada acción. Ahora bien, yo me hago la siguiente pregunta ¿Verdaderamente somos buenos en todo, es decir, contamos con la capacidad de hacerlo todo bien o al menos hacerlo? La pregunta se responde por sí sola, de forma que todos seríamos discapacitados en una determinada acción.

Antes de continuar con el comentario de la exposición del día 11 de mayo me gustaría hacer referencia al concepto normalidad. En líneas anteriores he citado este término, pero siempre entre comillas. El porqué de ello se debe a que yo no soy capaz de distinguir entre lo que es normal y no es normal. Con respecto al término que nos ataña en esta ocasión, es decir, discapacidad, me gustaría resaltar que estoy de acuerdo con que dicho término se defina como la ausencia o restricción de capacidad para realizar una determinada acción. Ahora bien, la idea de no poder realizar una acción dentro de los márgenes de normalidad, lo pondría en cuestión, pues como ya digo, el término normalidad incluye diferentes formas de actuar con las que se está en mayor o menor acuerdo.

Si proseguimos con el tema que nos ocupa en este caso, hemos de hacer mención a los términos discapacidad física y discapacidad sensorial.

“La visión que tenemos de la persona con discapacidad física ha variado con el paso de los años. Anteriormente veíamos que las personas eran relegadas a su hogar, sin posibilidades de socializarse y mucho menos con opciones de entrar en el mercado laboral.

Esta condición día a día va mejorando, y los gobiernos van tomando mayor conciencia de implementar políticas tendientes a que las ciudades sean lugares más amables hacia la persona que vive con una discapacidad. Encontramos personas con discapacidad ocupando cargos importantes en la política, empresarios destacados, músicos, deportistas, artistas etc.

Existen diversas causas por las cuales se presenta la discapacidad física; y entre ellas los factores hereditarios, cromosómicos, por accidentes o enfermedades degenerativas, neuromusculares, infecciosas, etc.” (La Discapacidad.com)

“Dentro de la categoría de la discapacidad sensorial, encontramos la discapacidad visual, la discapacidad auditiva y otros tipos de discapacidades relacionadas con disminución de algunos de los sentidos, por ejemplo la hipoagusia, que es la disminución en la sensación del gusto.” (La Discapacidad.com)

Llegados a tal punto, es de gran importancia mencionar que no existe un perfil concreto sobre la persona con discapacidad, ya que este término acoge diferentes tipos o categorías. Lo que sí es verdad, es que según datos estadísticos:

Uno de cada diez ciudadanos europeos es discapacitado

Finlandia es el país de la UE con más discapacitados

En España un 9% de la población padece alguna discapacidad

Andalucía es la Comunidad Autónoma con mayor número de discapacitados

(Año Europeo de las Personas con Discapacidad, 2003).

Dentro de esta entrada me gustaría hacer mención a las barreras e impedimentos que siguen caracterizando a las personas con discapacidad. Estamos hablando de personas con necesidades. Todos tenemos necesidades, es decir, todos necesitamos de ciertas personas con las que comunicarnos y expresar nuestras alegrías y tristezas. Necesitamos trabajar para satisfacer una serie de necesidades, etc.

Llegados a tal punto, no podemos negar la situación de desventaja que caracteriza a las personas con discapacidad. Las barreras e impedimentos de los cuales hablo los creamos nosotros mismos, es decir, la sociedad, que se supone que debería facilitar la integración de las personas con discapacidad. Si es verdad que estamos presenciando una serie de cambios que están permitiendo que este colectivo pueda disfrutar de ciertos derechos, pero aun nos queda mucho por recorrer. Por ejemplo, algunas empresas están incorporando a personas con discapacidad dentro de la plantilla de trabajadores, el gobierno ha ido creando leyes específicas que amparan a este colectivo y cada vez son más las campañas de sensibilización y concienciación creadas para que las personas con discapacidad accedan a la sociedad sin dificultad alguna y cada vez sean menos las personas que soportan determinados estereotipos y prejuicios que lo único que hacen es dificultar el proceso de integración de las mismas.

Es aquí donde debemos mencionar algunas de las leyes que amparan al colectivo sujeto a análisis, y más concretamente la Ley de Integración social de Minusválidos (L.I.S.M.I) y la Ley 1/1999 de 31 de marzo de Atención a las Personas con Discapacidad en Andalucía.

Dentro de este apartado también me gustaría hacer mención al denominado paternalismo. Al hablar de discapacidad, enseguida nos posicionamos, es decir, o mostramos una actitud reacia hacia este tipo de personas o por el contrario nos mostramos del todo comprensivas con su situación. Lo conveniente no es posicionarse en un extremo u otro, sino tratar a estas personas como al resto, pero sin llegar a discriminarlas o por el contario sobreprotegerlas.

Para poner fin a esta entrada, me gustaría hacer mención a la figura del Educador Social en cuanto a la intervención con personas discapacitadas así como las conclusiones principales que extraigo de esta entrada.
En mi opinión, la figura del Educador Social es de gran importancia a la hora de tratar aspectos laborales de las personas con discapacidad, difusión de información cuya finalidad sea conocer el colectivo de las personas con discapacidad y reducir los actuales estereotipos y prejuicios así como posibilitar la integración de estas personas.

Finalmente, me gustaría mencionar una serie de conclusiones personales. He llegado a la conclusión de que en nuestra sociedad siguen abundando los estereotipos y prejuicios sobre las personas con discapacidad; se han producido una serie de avances en torno a la consideración del colectivo, de tal forma que el gobierno sigue amparando al colectivo mediante una normativa específica tendente a la integración de dichas personas. Además, somos cada vez más los que consideramos a las personas con discapacidad como seres humanos con derecho a tener trabajo, amigos… y no quedarse en casa soportando su condición.
Es igualmente importante fomentar el asociacionismo, pues son muchas las asociaciones que trabajan con el colectivo, haciendo su vida aun más fácil, es decir, reduciendo barreras e impedimentos creados a lo largo de la historia.

Por lo demás, solo decir que me la temática expuesta me ha parecido muy interesante.


2 comentarios:

  1. Muy muy bien Sandra. Estupendo!! No tengo más que decir

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  2. Hola, no soy una profesional en el sector, pretendo hacer un comentario desde una perspectiva individual.
    En mi opinion, el apartado en que se ha hablado del dagnino paternalismo, es algo que no se debe obviar.
    He tenido algo de experiencia (voluntariado) con colectivos con disminucion fisicas; la formacion que obtuve fue muy importante pues me motivo y ayudo a dosificar mi empatia natural (quizas en momentos llegaba al paternalismo aunque luchaba por no caer en ello). Son personas que no solo acarrean la mencionada carencia o incapacidad para desenvolverse fisicamente pues han crecido con el prejuicio-sobreproteccionismo como algo natural. Me refiero que en muchas ocasiones no han podido vivir autonomamente para concentrar sus energias en superar sus carencias fisicas. Esto les agnade otras deficiencias que han sido generadas socialmente y con las que no habian nacido.
    Actualmente estoy interesada en la perdida paulatina de vision; he leido que se la denomina baja vision y que puede ser debida a enfermedades raras, accidentes o causas geneticas.
    Un saludo y gracias por haber este articulo, seguire leyendo nuevos articulos que pongas.

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