domingo, 11 de abril de 2010

Precious.



El nombre de esta entrada corresponde al título de una película que acabo de ver. “Precious” significa preciosa en español y en mi opinión, no hay mejor título para una película como esta. Hay que reconocer que las escenas de la película son muy duras, pero a pesar de eso, la valentía de una joven de 16 años hace que la película sea precisamente “preciosa”. Aconsejo a todos los lectores de mi blog que la veáis porque en mi opinión merece la pena.

No sabía cómo empezar esta entrada, es decir, no sabía que escribir. He terminado de ver la película y en mí habita cierta desesperación e intranquilidad. Sin embargo, me puesto en el lugar de Claireece Precious Jones y enseguida sabía lo que escribir.

Claireece es una chica de 16 años de edad que vive con su madre. Ésta última paga la frustración y amargura que padece debido al abandono de su pareja y padre de Claireece con la joven. Según manifiesta la madre de Claireece a lo largo de la película, su hija es la culpable de que su “hombre” se marchara. Este hombre violó en dos ocasiones a su hija, y debido a eso, nació una niña y un niño. Su primera hija tenía síndrome de Down. Una Asistenta Social se encargaba de acudir a la casa de la madre de Claireece y comprobar que todo funcionaba con normalidad. Ahora bien, lo que no entra en mi mente es como una Asistenta Social no se percata de la gravedad del caso ante el cual nos situamos. La madre de Claireece es una persona nerviosa, de carácter muy fuerte, que utiliza la violencia física y verbal constantemente y contra las personas de su alrededor, ya sea su madre (abuela de Claireece), su hija o sus nietos. La Asistenta social de la cual vengo hablando acude a la casa de la madre de Claireece y en unos diez minutos recoge la información que ella ve más importante, pero deja a un lado el verdadero estado en el que se encuentra Claireece y su pequeña.

Como bien he dicho ya, la madre de Claireece utiliza la violencia física y verbal como norma de vida, es decir, el maltrato físico y emocional se halla presente a lo largo de la película demás del abuso sexual por parte de su padre.

Claireece no sabía leer ni escribir, pero a pesar de eso, sacaba buenas notas en el colegio. Uno de sus profesores decidió que esta chica fuera matriculada en una escuela alternativa. Fue aquí donde conoció a la persona más importante de su vida, es decir, su maestra. Esta mujer se preocupó por la educación y el estado de Claireece.

La joven tuvo a su último hijo en un hospital. Aquí recibió la atención sanitaria adecuada, y pasados unos días, la joven volvió a casa con su madre. Nada más entrar por la puerta, el miedo y la desesperación se apoderó de Claireece. Su madre le dijo que le dejara ver al niño. Según la misma, el bebé se parecía a su padre. De nuevo la violencia se apoderó de esta mujer. Claireece tuvo que defenderse de los golpes de su madre y tras duras escenas de violencia, consiguió sacar a su bebe del piso donde vivía. Desesperada y aturdida acudió a la escuela donde recibía clase junto con varias chicas más. Rompió la puerta y allí paso la noche. Al día siguiente, su profesora acudió a la escuela y se encontró a Claireece y su bebé. Fue ahí donde la profesora decidió buscarle hogar a ella y a su pequeño.

La joven ingresó en una casa de acogida y siguió yendo a la escuela. Consiguió aprender a leer y escribir. Estaba muy contenta con las clases y para nada se consideraba un animal o una chica tonta e ignorante.

La película concluye de la siguiente manera: El padre de Claireece muere debido al SIDA. Su madre decide visitar los Servicios Sociales, y más concretamente a la Trabajadora Social al frente del caso, de forma que ésta última convocó una entrevista con la joven y su madre. Fue precisamente en este momento cuando me percaté de la parte más importante de la película y es el abuso sexual frecuente por parte del padre de Claireece hacia la misma. Según afirmo la madre en la entrevista, los abusos sexuales comenzaron a los tres años de edad. Estos hechos ocurrían sin consentimiento suyo. No luchó por su hija, pero tampoco quería que su “hombre” abusara de ella.

Hay una imagen en la película que para mí es realmente impactante y es la siguiente: durante la entrevista que tiene lugar al final de la película, Claireece le dice a la Trabajadora Social que este caso le viene grande y que no le puede ayudar. La joven se marcha, pero antes de abandonar la entrevista le dice a su madre que no volverá a verla. La Trabajadora Social se queda impactada al escuchar las palabras de Claireece y es en este momento cuando decide abandonar el caso. El gesto corporal que manifestó tal profesional me demostró que no podía seguir con el caso. Como bien dijo Claireece, le venía grande.

Con todo lo dicho hasta el momento solo me queda decir una cosa y es que si yo fuera la Trabajadora Social al frente de este caso, haría lo imposible y más allá por ayudar a esta persona y a sus dos hijos, porque aquí hay una cosa muy clara, y es el padecimiento y dolor de una chica de tan solo 16 años. No cabe duda de que mi intervención estaría más guiada por la impotencia personal que llegaría a sentir que por la profesional, es decir, como persona que soy, me dolería ver que una chica como Claireece ha sufrido hasta límites inalcanzables. Como ya he dicho, me volcaría en este caso de tal forma que haría por ella lo que estuviera en mi mano y más allá, consiguiendo así que al menos esta joven tuviera un futuro que mereciera la pena, pues bastante ha sufrido ya, y solo basta con recordar los abusos sexuales de su padre y el maltrato físico y psicológico por parte de su madre hacia la misma.



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