martes, 26 de enero de 2010

Parálisis Cerebral (exposición grupal)



La clase del día 19 de Enero estuvo dedicada a la exposición de un trabajo grupal, y más concretamente el relacionado con el tema de “Parálisis Cerebral”. A continuación quedan recogidos dos aspectos muy significativos en cuanto al tema en cuestión, y más concretamente la definición de parálisis cerebral así como los problemas que atañan a este colectivo.

Según Ana Madrigal Muñoz, la Parálisis Cerebral abarca un conjunto de trastornos crónicos debidos a una lesión o defecto en el desarrollo del cerebro. Para considerarlo parálisis cerebral, la lesión tiene que ocurrir en el periodo comprendido entre los primeros días de gestación y los 3 o 5 años de vida.

El término parálisis hace referencia a una debilidad o problema en la utilización de los músculos, que se manifiesta en el control del movimiento, el tono muscular y en la postura; mientras que el término cerebral requiere resaltar que la causa de la parálisis cerebral radica en una lesión de las áreas motoras del cerebro que controlan el movimiento y la postura.

La parálisis cerebral no es un trastorno progresivo, y aunque puede mejorar con la edad o el tratamiento, actualmente no existe cura.

En cuanto a los problemas sociales a los que se enfrenta este colectivo, es necesario destacar los siguientes:

- Movilidad: las personas con parálisis cerebral cuentan con dificultades a la hora de coger un autobús o subirse en un coche, sus viviendas están inadaptadas, necesitan de terceras personas para realizar sus tareas diarias y finalmente, las barreras arquitectónicas también limitan su desplazamiento.

- Educación: A pesar de los avances que han surgido dentro del campo educativo, aún siguen existiendo centros educativos de educación especial para personas con parálisis cerebral, lo cual provoca el aislamiento del colectivo, pues se separa a los distintos alumnos.

- Empleo: Las personas con parálisis cerebral siguen teniendo impedimentos a la hora de adquirir un empelo y ello se debe a la consideración por parte de muchos como personas incapaces de realizar un trabajo como cualquier otra persona.

- Redes sociales: Siguen todavía predominando las opiniones poco fundamentadas y más bien erróneas acerca del colectivo ante el cual nos situamos en esta ocasión. Hay personas que creen que las personas con parálisis cerebral no son capaces de crecer y aprender como adultos, considerándolos así como niños.

Durante la infancia, los niños/as con parálisis cerebral pueden quedar a un margen de su grupo de iguales, es decir, la limitación de movimiento o comunicación provoca, en gran cantidad de casos, la marginación de estos niños/as con respecto a la interacción y pertenencia a un grupo de iguales.

- Acceso a los servicios públicos: en último lugar, hemos de comentar que los recursos destinados a las personas con parálisis cerebral son escasos, de forma que no abunda la oferta de plazas en centros de día, centros ocupacionales o en centros de rehabilitación psicosocial.

sábado, 23 de enero de 2010

OBRA SOCIAL DE CAIXA CATALUNYA

Antes de todo y para contextualizar la actividad que nos ocupa en este caso, hemos de aclarar que la finalidad de la función “La Caixa” es ayudar a los colectivos más desfavorecidos para garantizar así una igualdad de oportunidades, de forma que impulsa soluciones financieras innovadoras referidas a los colectivos de personas mayores, discapacitados, inmigrantes, etc.

Ahora bien, desde 2001, Caixa Catalunya es pionera en estudios sociales en el conjunto de España y sus Comunidades Autónomas.

A continuación quedan recogidas las conclusiones principales que extraigo del informe elaborado por la Caixa Catalunya. Uno de sus estudios hace referencia al nivel educativo de los niños/as, teniendo en cuenta diversos factores condicionantes, y entre ellos, el nivel educativo de los padres o la tipología del centro educativo de esos niños/as.

En cuanto a la relación entre el fenómeno de exclusión social y educación, me hago una pregunta ¿Qué relación puede haber entre estas dos variables y puntos de partida? En función del estudio que se ha llevado a cabo, el número de matriculados en educación secundaria así como en educación universitaria ha ascendido a lo largo de los años, y ello repercute tanto en hombres como en mujeres.

El porqué de tal hecho se debe, al menos en mi opinión, a la necesaria cualificación y formación para adquirir un puesto de trabajo, es decir, conforme pasan los años, la sociedad evoluciona, se introducen nuevos cambios que afectan a todos los campos de la vida y en función de esto, a la hora de ocupar un puesto de trabajo se necesita de más aprendizaje y cualificación.

¿Qué ocurre entonces con aquella persona, que por unas circunstancias u otras no goza de un derecho como es la educación o abandona el sistema educativo a edades muy tempranas? Esta persona tiene menos posibilidades de acceder a un empleo, de participar en la sociedad a nivel laboral, llegado incluso a una situación de exclusión social (ruptura de las relaciones entre un individuo o grupo y la sociedad).

Si analizamos aun más el estudio que realizó la Caixa Catalunya, se saca en claro que los padres universitarios tienen hijos universitarios. Sin embargo no estoy de acuerdo con esta conclusión y ello se debe a que mis padres por ejemplo no son universitarios y yo sí. Para mí, la importancia reside en la forma de ser de una persona y en las aspiraciones que posee; no en la formación de sus padres. Puede ocurrir que unos padres con formación universitaria pretendan que su hijo llegue a la universidad, pero el niño no quiera.

Aunque si es verdad que los datos expuestos dentro del informe son ciertos y fiables, no estoy de acuerdo, y siempre hablando desde mi persona, con esa conclusión. Eso sí, habrá otras muchas personas que no opinen los mismo que yo y verdaderamente crean que según la formación de los padres así será la formación de los hijos.

Dentro del informe se comenta además que los niños abandonan el sistema educativo y siempre de forma general antes que las niñas. El fracaso escolar les incide además en mayor medida. Como dijimos anteriormente, el número de matriculados en educación secundaria y estudios universitarios sigue aumentando con el paso de los años, aunque el número de mujeres supera al de hombres. En función de esto, el caso de abandonos ha de ser mayor en niños.

En función de la idea: el riesgo de abandono escolar prematuro afecta en mayor medida a los hogares monoparentales que a los hogares donde se hallan presentes los dos progenitores, tengo que decir, que de forma general aunque también existen casos justamente contrarios a esta conclusión, los niños que conviven con uno de sus progenitores nada más, tienen un mayor riesgo de abandono escolar y ello se debe a la falta de apoyo y dedicación que los padres demuestran a sus hijos en el sentido de esforzarse y tratar de inculcarle que han de estudiar y formarse si quieren el día de mañana disfrutar de cierta posición y calidad de vida.

Si continuamos con la descripción del informe, tenemos que hacer mención a la influencia del centro educativo. En mi opinión, el tipo de centro si influye en el nivel educativo del niño/a, pero si tengo que posicionar las variables que influyen en el nivel educativo, ésta variable no ocuparía una de las primeras posiciones, ya que la primera variable que destaco es la motivación del niño así como el entorno donde este se desarrolla. Es el niño en sí quien decide que rumbo seguir en cuanto a su vida y educación, unido ello además al entorno que sus padres y familia en general le pueden ofrecer.

La educación que ofrecen los centros educativos privados son totalmente diferentes a los centros públicos, aunque eso sí, no pienso que un tipo de centro y educación sea mejor que otra, sino que es diferente.

Finalmente y como cierre de la actividad, tengo que decir que siempre habrá un índice de fracaso escolar, pero es por ello, por lo que se necesita la ayuda e intervención de todos, consiguiendo así que este índice no aumente. ¿Cómo lo hacemos? Fomentando una mejor educación y destinando más ayudas económicas para que ciertos niños/as, jóvenes, hombres y mujeres puedan estudiar.

lunes, 18 de enero de 2010

Tercer Seminario.

El día 18 de Enero tuvo lugar en el edificio 10 el tercer seminario de la asignatura “Intervención ante Problemas de Desadaptación Social", de manera que hemos contado con la presencia y participación de una Trabajadora Social de los Servicios Sociales Comunitarios de Camas, y más concretamente, Mª del Mar Reina.

Antes de nada tengo que aclarar que me ha encantado el contenido de este tercer seminario y ello se debe a la implicación de la profesional al frente del mismo, pues en menos de dos horas ha conseguido que interiorice una serie de pautas y consejos que como futura profesional he de tener en cuenta así como poner en práctica a la hora de intervenir como Educadora Social y Trabajadora Social.

A continuación, y de manera muy resumida, haré hincapié en las conclusiones generales que extraigo del seminario.

En primer lugar y para dar sentido al contenido de este último seminario, Mª del Mar ha comentado que los Equipos de Tratamiento Familiar no pertenecen a los Servicios Sociales, aunque sí usan ciertos de sus recursos. Los ETF pertenecen a la Junta de Andalucía y son equipos medios, situados entre los Servicios Sociales y el Servicio de Protección de menores.

Lo público nunca llega a todas las necesidades. En función de tal idea, tenemos que aprovechar los recursos que se hallan a nuestro alcance. Además, un aspecto muy a tener en cuenta sería la colaboración, pues es trabajando de forma unida con otros profesionales así como entidades como se logran cubrir ciertas necesidades y alcanzar ciertos objetivos y metas.

Como bien ha mencionado Mª del Mar, como profesionales de lo Social, no podemos caer en la estigmatización: “Este niño es como otro cualquiera, solo que cuenta con una problemática concreta”.

A continuación y como bien he destacado en líneas anteriores, pretendo reflejar una serie de técnicas que a mí personalmente me ayudan a comprender como ha de intervenir un buen Trabajador Social así como Educador Social:

- Tenemos que abrir nuestro campo de visión. Cuando intervenimos y trabajamos con un usuario, hemos de tener en cuenta las redes familiares y de apoyo, en el caso de que existan, de esa persona, ya que ésta, y de forma general, tiene una familia, unos amigos… que inciden directamente en su vida, ya sea positiva o negativamente.

- Como futuros profesionales, hemos de averiguar lo que le ocurre a esa otra persona demandante de ayuda, y siempre teniendo en cuenta que hay familias que presentan gran dificultad para adaptarse a la comunidad. En función de todo ello, tienes que enseñarle a esa persona ciertas habilidades para que consigan ser autónomos. Nosotros, por decirlo así y como bien destaco Mª del Mar, somos su padre y su madre.

- Muchas veces, a la hora de intervenir, nos fijamos solo en los aspectos negativos de la persona. Por ejemplo, ante un caso de consumo de drogas, ya sabemos que esa persona consume, pero ¿Qué tiene esa persona de positivo? A la hora de intervenir no puedes echar las cosas en cara, sino que tienes que atraer a la persona o familia implicada y ganarte su confianza, para que así, de forma voluntaria te cuenten el problema que soportan.

- El reforzamiento y el acuerdo juegan un papel de gran importancia dentro de las funciones del Trabajador y Educador Social, pues por medio de ellos conseguimos que la persona modifique y reemplace ciertas conductas y comportamientos.

- A través de las visitas domiciliarias se obtienen gran cantidad de datos. Los profesionales de los Servicios Sociales Comunitarios puedes efectuar todas las visitas domiciliarias que sean necesarias con respecto a un caso en concreto; por tanto, será la persona quién decida hasta donde llegar con esas visitas, es decir, en el momento que el usuario no quiera abrirte la puerta ya no puedes proseguir con esas visitas domiciliarias.

- La INTERVENCIÓN no es sentarte con la persona y decirle: “cuénteme”. Se trata de interpretar las actitudes, comportamientos y gestos de ésta.

- Los equipos de trabajo, formados en este caso, por Trabajadores Sociales, Educadores Sociales y Psicólogos, trabajan de forma unida y coordinada, por tanto, los logros y éxitos se atribuyen a todos los miembros del equipo. Una trabajadora Social por ejemplo, no puede hablar de “YO” sino de “NOSOTROS”. Es en el equipo donde deposito mis miedos, mi confianza… para que entre todos se consiga poner fin a determinadas situaciones-problemas y conseguir ciertos cambios en una intervención. En función de todo esto y como bien he dicho antes, la comunicación es imprescindible.

- A la hora de efectuar una entrevista a un usuario, no podemos contar con la participación y presencia de varios profesionales, pues lo único que conseguimos con ello, el cohibir y retraer a la persona entrevistada.

Para concluir, solo añadir una cosa más, y es que como bien nos comentó Almudena en la última clase antes de las vacaciones de navidad (donde se puso en práctica la dinámica “tela de araña”) y como bien ha manifestado hoy Mª del Mar, no podemos limitarnos a pasar la patata caliente. Lo único que hacemos con esto es entorpecer el desarrollo y posible cambio en la persona/as o familia implicada. En contraste, tenemos que nutrirnos y colaborar los unos con los otros, de forma que así consigamos propiciar determinados cambios y alcanzar ciertas metas.

lunes, 11 de enero de 2010

Dinámica grupal: Tela de Araña.








La clase del día 15 de Diciembre estuvo dedicada a la puesta en práctica de una dinámica grupal, y más concretamente, la denominada como” tela de araña”. Para el desarrollo de ésta dinámica, se contó con la participación de los distintos compañeros de clase allí presentes.

Almudena nos puso un vídeo (“La más chula de Móstoles”) y a partir de ahí nos dijo que teníamos, entre todos, que “solucionar la problemática presentada en el vídeo”.

Para contextualizar aún más el caso a debatir en clase, tengo que decir que la protagonista del video, Rebeca, es una chica con determinados problemas de conducta. Se vale de la imposición, autoridad y poder a la hora de establecer ciertas relaciones humanas, y más concretamente, con las que se hayan fuera de su grupo de iguales (pandilla).

Tiene novio. Es dos años mayor que ella y se halla fuera su centro educativo.

Para tratar de poner solución al caso presentado, la clase fue dividida en pequeños grupos, y más concretamente en seis, de forma que cada uno de ellos asumió un determinado rol y función. El nombre de los grupos responde a: Sujeto y Familia, Grupo de Iguales, Instituciones Educativas, Servicios Sanitarios/Servicios Jurídicos y Servicios Sociales.

Antes de nada, tengo que aclarar que yo me incluí dentro del grupo de iguales, y más concretamente como el novio de Rebeka. Tengo dos años más que ella. Pertenezco a su entorno más cercano pero como ya he dicho, no estoy escolarizado en el centro educativo donde actualmente ella se encuentra inmersa.

Al comenzar la puesta en práctica de la dinámica, Estefanía asumió el papel de la mencionada protagonista (Rebeka) y ésta, nos explicó que había agredido a un compañero de su centro educativo.

Ante tal situación, la agresión se pone de manifiesto ante la tutora de la persona agredida (Marta). La tutora, tras meditar el problema, cree oportuno mandar una carta a los padres de la agresora. Estos, tras recibir la notificación, deciden hacer responsable al centro educativo y en parte “deshacerse del problema”, que más adelante empeoraría.

Una vez que el centro educativo asume de nuevo la responsabilidad del problema, el equipo directivo decide, como medida de solución, llevar a cabo un programa de convivencia dentro del instituto. A él debe acudir, tanto Rebeka como sus padres.

Sinceramente, no soy partidaria de de tal actividad. El porqué de tal opinión se debe a que adolescentes como Rebeka y con semejantes perfiles sociales, no interiorizan la finalidad de dicho programa y la intervención por parte de éstos, no sirve de nada.

En mi opinión, siempre discutible por otro compañero o persona, la problemática presentada en la clase del día 15 de Diciembre es mucho más grave de lo que creemos y con la puesta en práctica de un plan de convivencia no vamos a resolver el problema presentado. Lo más probable que ocurra será que Rebeka acuda al plan de convivencia (por obligación de los profesionales de su centro educativo y no por intención propia) y no quiera estar allí. No tomará en serio lo que con él se pretende conseguir, y en mi opinión, seguirá delinquiendo.

Como bien he dicho antes, Rebeka agredió de nuevo a otra persona. Entran en juego los Servicios Sanitarios/Servicios Jurídicos y es aquí donde se hace partícipe a los Servicios Sociales.

En este momento de la intervención, se necesita de la colaboración de los padres de la menor.

La familia de Rebeka manifiesta que en casa son cuatro miembros. Rebeka tiene un hermano mayor. Está estudiando derecho en la Universidad y según él mismo además de sus padres, siempre ha sido un chico muy responsable. A diferencia de su hermana, nunca ha dado problemas, ni en el colegio ni en casa.

Posteriormente, se decide entrevistar a Rebeka, pero ésta se niega a ir a la entrevista sino es con su esposo. El novio de la menor ni estudia ni trabaja, y se dedica a la venta de droga.

Para concluir y tras la descripción del problema, hemos de fijar y establecer la medida de intervención que mejor se adapte a la problemática descrita en líneas anteriores.

Las posibles medidas serían:
- Acogimiento.
- Libertad vigilada.
- Prestación de Servicios Comunitarios.
- Seguimiento Educativo.
- Tratamiento Ambulatorio.

La medida que en mi opinión mejor se adapta al caso planteado en clase sería la prestación de Servicios Comunitarios, pues personalmente, conozco un joven con un perfil semejante al que presenta Rebeka, pero incluyendo algunas otras características, y como bien ha hecho saber este joven a sus familiares, amigos y entorno conocido, no toman en serio medidas como la de libertad vigilada.

El joven del cual hablo es muy cercano a mí; conozco bastante bien las cinco medidas que en el apartado anterior aparecen reflejadas e incluso he puesto en práctica (directa e indirectamente) algunas de ellas. Pienso que la prestación de Servicios Comunitarios es necesaria en un caso así, ya que la menor de edad, Rebeka, ha agredido a dos compañeros y es por ello por lo que merece una sanción o castigo. Que mejor manera que prestar servicios a la comunidad.

Como bien dice Emilio Calatayud, es más rentable así como eficaz que un menor que ha robado un bolso o una cartera, por ejemplo, realice trabajos para la comunidad durante un tiempo estimado, y así evitar su ingreso en un centro de reeducación. Es por ello, por lo que se encargaría de limpiar los parques de su barrio o localidad, limpiar las papeleras, barrer las aceras…

Volviendo al caso de Rebeka en sí, pienso que es necesario que un equipo de tratamiento familiar, es decir, un psicólogo/a, un educador/a social y un trabajador/a social, trabaje ciertas conductas y pautas, tanto a nivel personal como familiar.

En la relación de Rebeka hacia el resto de personas, y más concretamente hacía las individuos que se hayan fuera de su grupo de iguales (pandilla), suelen regirse por la imposición, la superioridad y la obediencia. Las personas que han de obedecer las decisiones y opiniones de Rebeka, viven coaccionadas, agobiadas y estresadas, y en algunos casos hasta asustadas. No todo individuo reacciona de la misma forma ante la presión y coacción de una adolescente así. Como bien dije anteriormente, conozco de primera mano una problemática semejante a la de Rebeka y es muy difícil trabajar con estos adolecentes, pues nunca dan su brazo a torcer, se niegan a colaborar en reiteradas ocasiones y siempre han de llevar la razón y la voz cantante.

Como futura profesional del ámbito de lo social, pienso que a la hora de intervenir con menores infractores, hemos de valernos de mucha astucia, tacto y paciencia, pues como digo, no es fácil trabajar con personas que no quieren cambiar y que siempre han de llevar la razón.

En muchos casos, se puede conseguir poner solución a una conducta-problema y satisfacer numerosas necesidades, pero en otros muchos, se empeora la situación y una causa puede ser la falta de habilidades sociales para trabajar con el colectivo de menores infractores.

Para cerrar la actividad, me gustaría hacer mención a una frase: los recursos económicos y humanos son la base de nuestro trabajo, por lo que tenemos que tener muy claro “hacia donde lanzar la bola”, para que sea realmente efectiva la actuación.

Esta idea da mucho que hablar y a mí personalmente me hace pensar en la desorganización y falta de responsabilidad que existe entre ciertas instituciones, organismos, asociaciones…

Uno de tantos ejemplos sería la abundancia de familias que piden ayuda debido a la problemática que padecen en casa y con sus hijos. Como ya expuse, conozco un caso de primera mano, donde los distintos miembros de la familia y entre ellos yo, hemos acudido a todo organismo e institución existente con tal de mejorar el clima familiar y poner fin a determinadas conductas-problemas, pero lo único que han hecho estos organismos ha sido pasar el ovillo de lana de unos a otros, perjudicando y desorientando aún más a la familia demandante de ayuda.

Un ejemplo que demuestre tales palabras sería una familia con un caso similar al de Rebeka, que decide manifestar la problemática que sufren en el hogar ante los Servicios Sociales de Atención Primaria. De ahí, derivan el caso a los Servicios Sociales Especializados, de manera que un equipo de tratamiento familia se hace frente de la situación-problema. Como no se consigue mejorar el panorama e incluso los profesionales implicados no conocen como resolver la situación, deciden poner el problema en manos de la familia únicamente. Es entonces cuando las personas demandantes de ayuda se paran a pensar en la desfachatez e hipocresía existente dentro de las instituciones y organismos mencionados, además de cuestionarse las siguientes preguntas: ¿Y ahora qué hacemos? ¿A quién recurrimos? ¿Dónde nos debemos dirigir? ¿Cuál es la solución a mi problema? ¿Por qué a mí? ¿Qué más tengo que hacer?


Explicación del Genograma Familiar.

En la entrada anterior aparece dibujado un genograma familiar. He creido oportuno, construir un genograma donde aparecen reflejadas tres generaciones y visualizar las relaciones genéticas que existen entre los distintos miembros de esa familia en concreto, así como las caracaterísticas principales y esenciales a tener en cuenta por parte del profesional encargado de la futura intervención, de forma que en éste genograma aprecen recogidos los siguientes datos:
- Sara Blanco Cabrera tiene 20 años de edad; es estudiante y a su vez disminuida física.
- Sus padres, Antonio Blanco Calero e Isabel Cabrera Galán, tienen 45 y 43 años resepctivamente. Antonio nació el 9 de agosto del año 1964 y actualmente ejerce de albañil. Su mujer, Isabel, nació el 1 de marzo del año 1966. Actualmente es ama de casa.
- Los padres de Isabel fallecieron hace varios años y sus nombres son Guzmán Cabrera Quirós e Isabel Galán Jimenez.
Guzmán falleció a los 86 años de edad, concretamente el día 7 de Junio del año 2005. Su mujer falleció a los 75 años, en el día 29 de Septiembre de 1994. Sus profesiones eran fontanero y médica.
- Antonio Blanco Calero, padre de Sara y marido de Isabel, tiene un hermano. Su nombre es Manuel. Nació el 3 de enero del año 1964 (tiene, por tanto, 46 años), es electricista, y en la actualidad se encuentra divorciado de Lucía Granados Martín, de 40 años de edad; nacida el día 1 de mayo del año 1969, cuya profesión es además esteticista.
- Los padres de Antonio y Manuel son Anselmo Blanco Órtiz, de 69 años de edad, nacido el día 1 de Febrero del año 1940 y actualmente carnicero; además de Antonia Calero Castro, de 68 años de edad, nacida el día 20 de Marzo del 41 y actualmente ama de casa.

domingo, 10 de enero de 2010

Genograma.


Las Teorías Clásicas sobre la Inadaptación.

A continuación aparecen comentadas las diversas teorías sustentadoras de las distintas formas de intervención.

1. Teorías Sociológicas.
Para simplificar estas teorías, podríamos dividirlas en dos categorías: explicaciones macro-sociales y explicaciones micro-sociales.

Las que se sitúan en lo macro-social, identifican el entorno social en que se mueve el individuo como la causa fundamental de la desadaptación así como entornos sociales conflictivos y marginales propiciarían la aparición de problemáticas de desadaptación social.

Las explicaciones micro-sociales tienden a identificar factores familiares como la causa de la desadaptación.

Las teorías Sociológicas han dado lugar a modelos de intervención de corte protector y compensador: había que proteger al individuo de los efectos adversos de su entorno socio-familiar y compensarle por las privaciones y desventajas que había sufrido o que estaba sufriendo aún. Siguiendo a Rutherford (1986), el modelo de Welfare o de protección sería la consecuencia lógica de estas teorías.

Si bien el modelo de bienestar social o de protección es un modelo muy interventor (puede llegar a la retirada permanente de los hijos del medio familiar y social), otro modelo de intervención generado también por las teorías sociológicas es, por el contrario, mínimamente, interventor. Nos estamos refiriendo al modelo de desarrollo, también descrito por Rutherford (1986).

Este enfoque insiste en que la intervención es responsabilidad primordial de aquellas instituciones que tienen un compromiso con los niños y jóvenes. Tales instituciones son la familia y la escuela, es decir, los núcleos primarios de socialización del ser humano.Cuando la acción de tales núcleos falla, se requiere de intervenciones formales provenientes de instituciones especializadas aunque, según el enfoque de desarrollo siempre bajo el crisma de la mínima intervención.

Teorías Sociológicas: Si vivo en el barrio de los pajaritos y allí hay delincuencia, soy un delincuente. Si criticamos esta teoría debemos decir que no todo el mundo de este barrio es delincuente.

2. Teorías centradas en el individuo.
Estas teorías sitúan la causa de la inadaptación social en el propio individuo. Destacamos como las más representativas a las siguientes: teoría de la personalización de Eysenck, teoría del aprendizaje social (todos los autores no sitúan esta teoría dentro del bloque individual) así como la teoría de la racionalidad limitada.
Denman (1988) critica que la conducta individual será explicable únicamente en función de las características de personalidad. Es evidente que todos nos comportamos de manera diferente en situaciones y tiempos diferentes, y que individuos parecidos no reaccionan igual ante la misma situación. La variable situación es, normalmente, ignorada por todas las teorías de la personalidad.

La teoría de la racionalidad limitada o de la elección viene a decirnos que los actos criminales son el resultado de elecciones y decisiones inmediatas tomadas por el delincuente. En la base de esta idea está el concepto de “persona económica”, es decir, cuando alguien decide cometer un delito previamente ha pensado las consecuencias y oportunidades de ser descubierto y aprovecharse de la oportunidad de delinquir solamente si es en beneficio propio.

Existen muchas objeciones en cuanto a la utilización de esta teoría para explicar la delincuencia, especialmente, la delincuencia juvenil. Es obvio que los individuos se diferencian enormemente a la hora de dar una respuesta a una misma oportunidad de delinquir con las mismas ventajas e inconvenientes reales. Es por ello que, sin rechazar que los actos delictivos sean producto de una elección racional, se le añadido al nombre de la teoría que nos ocupa el calificativo de limitada, con lo cual, ya no estaría hablando exclusivamente de una persona económica sino de una persona psicológica (Rutter y Giller, 1983).

Las teorías descritas se encuentran en la base de, al menos, dos modelos de intervención sobre la desadaptación social: el modelo de castigo-control y el modelo de tratamiento. Veamos los postulados de estos modelos según Rutherford (1986).

Las ideas básicas del modelo de castigo son las siguientes: muchos delitos y, en general, muchas conductas desadaptadas son producto de oportunidad y de elección racional. En la medida en que una persona sea responsable de sus propias acciones debe dar cuentas de las mismas. El castigo es una respuesta válida de la conducta desadaptada como una expresión de la desaprobación de la sociedad y como una forma de disuasión individual y general. Debería haber proporcionalidad entre la importancia de la conducta desadaptada y el castigo.

El modelo de tratamiento postula que: la conducta desadaptada es una condición patológica y es sintomática de algunos desajustes más profundos. Los desordenes subyacentes, de los cuales tal conducta es un síntoma, son susceptibles de diagnostico y tratamiento. Dada la gran variedad en las necesidades de los niños y jóvenes, la flexibilidad y la amplia discreción son esenciales para determinar el tratamiento apropiado. Hay disponibles tecnologías de tratamiento efectivas, y es necesario el consentimiento informado del destinatario para aplicársele alguna de ellas.

3. Teoría de la Reacción Social.
Esta teoría, también denominada del etiquetamiento (Labelling) sitúa la causa de la desadaptación social en la reacción que tiene la sociedad ante las conductas desadaptadas. Es decir, el hecho de que la sociedad, a través de sus redes de control social (Servicios Sociales y Sistema Judicial principalmente) reaccione castigando o interviniendo en la vida de los niños y jóvenes que presentan conductas desadaptadas y propicia la formación de una autoimagen como persona inadaptada o conflictiva. En consecuencia, la persona tiende a comportarse según esa autoimagen.

Un individuo actúa aprendiendo de lo que observa. Todo se aprende en sociedad, tanto lo bueno como lo malo, y como yo soy el sujeto de aprendizaje, reacciono como quiera.

4. Teoría del Aprendizaje Social.
Bandura es el máximo representante de esta teoría. Las conductas desadaptadas, incluida la conducta delictiva, no son distintas a las demás conductas humanas, por lo tanto, las variables de aprendizaje ejercen una influencia importante en la adquisición, ejecución y mantenimiento de la conducta conflictiva. En un contexto situacional específico se darán un conjunto de variables que propiciarán la realización o no realización de una conducta.

Una de las formulaciones más conocidas de la Teoría del Aprendizaje Social es la Teoría de la Asociación Diferencial de Surtherland, ya mencionada cuando hablábamos de las Teorías Sociológicas.

5. Postura ecléctica.
Vamos a referirnos al ya mencionado Modelo de Responsabilidad. A partir de la década de los 80 del siglo XX, empiezan a introducirse cambios en todas las legislaciones penales en materia de niños y jóvenes conflictivos o en situación de riesgo social.

Este modelo de responsabilidad ha estado coexistiendo con elementos de la intervención propios de los otros modelos descritos: atención a las necesidades del niño y a su contexto socio-familiar, tratamientos de carácter educativo, etc. Es por ello, porque incorpora aspectos de todos los demás modelos.

La persona puede desviarse de la línea y a través de la educación se le enseña que es responsable y puede actuar como quiera.



Teorías Explicativas.

Liberalismo: Escuela Clásica. Siglo XVIII.
Se dan casos como la proporcionalidad del delito, retribución, desviación y pena.
Cuando alguien comete un delito se le hace responsable a esa persona. El individuo puede elegir hacer el bien o hacer el mal, de manera que si actúa mal se le corrige.

Positivismo: Escuela Positiva. Siglo XIX.
Determinismo biológico (la persona nace con un defecto, es decir, se podría denominar como "defecto de fábrica") y sociológico, rehabilitación y tratamiento (la persona está enferma). Si la persona comete un acto no considerado como correcto o bueno, la solución es rehabilitarlo.

Escuela Crítica: Siglo XX.
Trabajo Comunitario. Cambios en las estructuras sociales.
Las intervenciones tienen un punto fundamental de individualización y socialización. El medio tiene mucho que decir y la intervención es necesaria en la familia, entorno, etc.

LLuvia de Ideas.

He querido denominar esta entrada con el nombre de lluvia de ideas, ya que, en una de las clases de la asignatura obtuve una serie de ideas y conclusiones que para mí, son pieza clave a la hora de hablar de Problemas de Desadaptación Social.

A continuación quedan reflejadas las conclusiones e ideas obtenidas:

El termino pobreza no es lo mismo o no dice lo mismo que el término de marginación y exclusión social.

Cuando hablamos de pobreza no solo hacemos referencia a la persona con escaso poder adquisitivo, sino aquella persona que no tiene pleno acceso al campo de la educación, la sanidad, la política… Tales situaciones llevan a la persona de forma directa a una situación social de aislamiento e inferioridad (marginación) o a un problema donde se pone de manifiesto no solo ciertas desigualdades, sino que también se produce el alejamiento del centro del cuerpo social y uno de los extremos sociales (superior); llegando pues al rechazo por parte del resto de miembros de la sociedad (exclusión social).

A la hora de intervenir, no nos da tiempo a ver si la persona sujeta a intervención está marginada o excluida, sino que tenemos que tener en cuenta a la hora de actuar las características del sujeto, las de su familia así como el entorno donde se halla inmerso; es decir, contexto, microentorno y como hacer frente al problema.

Para concluir, tengo que comentar una idea que nunca antes me había cuestionado, y es que el término “tolerancia cero” no es claro, pues tolerancia ha de haber siempre. Claro está que debe haber tolerancia cero hacia el maltrato, pero para reflejar esta situación, no es correcto usar el término tolerancia.






Referente Normativo, Aptitudinal, Cultural e Interactivo.

La designación de un comportamiento como adaptado o inadaptado depende de la sociedad a la que pertenece el individuo y del momento histórico en que vive. En la primera mitad del siglo XX, se hubiera considerado inadaptado al hombre que se hubiera dejado el pelo largo y puesto un pendiente. En la segunda mitad del siglo, sin embargo, este comportamiento puede estar aceptado.

1. El referente normativo.
La idea de sociedad implica o lleva implícito la existencia de unas normas que regulan su funcionamiento. Estas normas son aceptadas en mayor o menor medida por la gran mayoría de los individuos. Aprender a funcionar en sociedad según estas normas es lo que se aprende, generalmente durante la niñez, mediante el proceso que conocemos como socialización. La familia es la primera institución socializadora en la vida de una persona, tomando posteriormente la escuela y el grupo de iguales un papel relevante. Ya en la adultez, el mundo laborar es otro elemento socializador importante.

Estas ideas nos llevan a una conclusión evidente: será un inadaptado o desadaptado todo aquel que no acepte la normativa y su comportamiento se desvíe de la norma.

2. El referente aptitudinal.
Las definiciones que utilizan este criterio hacen hincapié en las aptitudes del individuo para adaptarse al medio. La inadaptación, por tanto, es relativa y puede ser transitoria. Todo depende de las características del medio y de las facilidades de adaptación que le proporciona al individuo.

Un medio bien diseñado física y arquitectónicamente tiene como consecuencia que un individuo que necesita una silla de ruedas para desplazarse no sea considerado un inadaptado. Una persona enferma o deficiente será inadaptada social en la medida en el que el medio social le sea hostil.

Cuando hablamos de desadaptación social en sí, sin la presencia de una enfermedad o una deficiencia, el panorama se complica. También los sujetos “normales” y “sanos” pueden ser unos desadaptados sociales. Y aquí sí que podemos afirmar que el medio no puede cambiar para que ellos sean menos desadaptados.

3. El referente cultural.
Numerosos autores sitúan la explicación de la desadaptación social en el conflicto entre culturas, generalmente entre la mayoritaria y las minoritarias. El comienzo de esta línea lo podríamos situar en la Escuela de Chicago.

Otros autores también han destacado en esa tendencia cultural, de manera que Sutherland, en su teoría de la Asociación Diferencial, dice que la conducta desviada o desadaptada se aprende en contacto con otras personas desadaptadas. Son muchas, sin embargo, las críticas recibidas, pues puede entenderse que una pandilla de adolescentes quiera adoptar un comportamiento subversivo como forma de rebelión, protesta o autoafirmación, pero ya es mucho más difícil aceptar que un grupo humano, una subcultura, elija un comportamiento conflictivo que le perjudica e incluso, autodestruye.

4. El referente interactivo.
Las definiciones que podemos encontrar dentro de esta corriente ponen el acento en la relación que se establece entre el individuo y su medio social. Existen muchas teorías explicativas de la desadaptación social que sitúan las causas de la misma en las características del medio socio-familiar y relacional de la persona. Hay otras que postulan que la inadaptación es un fenómeno intrínseco al individuo.

Posturas más conciliadoras nos hablan de un individuo activo, con capacidad de elección y decisión libre, que percibe el mundo que le rodea en función de sus constructos personales, los cuales, a su vez, se han ido construyendo a través de las influencias recibidas del medio.

Otros contemplan la desadaptación como un problema de comunicación rota, distorsionada o inexistente, entre el individuo y su entorno, primero social y más tarde institucional. Según esto, la desadaptación podría tomar diversas formas: la de un conformismo pasivo; la retirada, retraimiento o fuga social (caso de los vagabundos o drogadictos) así como la conducta antisocial o delictiva.

Para finalizar este apartado vamos a centrarnos en el concepto de socialización. Una definición amplia del proceso de socialización podía ser la siguiente: “es el proceso que, desde la infancia hasta la edad adulta, sigue el hombre con el fin de ser un individuo equilibrado y responsable y un miembro eficaz de su sociedad. Comprende el proceso de incorporación de los principios, normas y valores de la cultura, el proceso de aprendizaje de los conocimientos y de las técnicas que le permitirán estar a la altura de su comunidad, etc.” (Ventosa, 1990).

Aunque el término socialización se usa generalmente en relación con el desarrollo del niño, es un proceso generalizable a cualquier edad.

Podemos distinguir tres tipos de socialización.
La socialización primaria tiene lugar en contacto con los llamados grupos primarios (el agente socializador más destacado es la figura materna o su sustituto/a y por extensión el grupo familiar) y supone el inicio en las formas elementales de comportamiento.

Socialización secundaria: es el proceso a través del cual el individuo ya socializado, se incorpora a un nuevo grupo o interioriza las normas o valores de una nueva institución. Aunque este es un proceso que dura toda la vida, cabe resaltar la importancia que adquiere en las primeras etapas de formación de la personalidad social del sujeto.

Socialización terciaria: proceso por el cual un individuo se incorpora a la sociedad después de un periodo de conducta antisocial, y a través del cual el grupo lleva al individuo a adoptar un conjunto de modelos de conducta en sustitución de otros. En este proceso de socialización marginal se encuentran aquellos menores socializados desde estilos de vida marginales (delincuencia, toxicomanía, etc.) lo que ha supuesto una situación de alto riesgo en su proceso de desarrollo integral y una conflictividad con las pautas establecidas socialmente.

Inadaptación y Desadaptación Social.

Inadaptación y desadaptación social son términos que en ocasiones se utilizan como sinónimos, pero hemos de diferenciarlos.

Hay autores que prefieren utilizar el término desadaptación en vez del de inadaptación. Casas, por ejemplo, define la desadaptación social como un “fenómeno psicosocial derivado de la relación conflictiva entre determinadas conductas, individuales o grupales y el clima social que en una comunidad o sociedad concreta, en un momento histórico determinado, mantiene hacia ellas, fenómeno que se manifiesta a través de desarmonías entre el individuo y el socio-entorno en un momento dado, o bien a lo largo de su proceso de socialización, y que lleva como consecuencia que el individuo se encuentre en una situación de dificultad para participar en la dinámica interrelacionar de aquel mismo medio”.

Existen varios tipos de inadaptaciones. Debemos hacer referencia a la inadaptación biológica, personal, familiar, escolar... Cuando hablamos de inadaptación pensamos que nos encontramos ante un fenómeno negativo. No siempre es así. El ser humano ha ido evolucionando gracias a procesos de inadaptación-acomodación.

Son muchas las definiciones que existen acerca del fenómeno de la inadaptación e inadaptación social y vamos a recoger dos de ellas: “Una persona cuyas conductas son fruto de un proceso de socialización incorrecto” y “aquel individuo que por falta de una educación adecuada, no ha desarrollado ni desarrolla de forma conveniente sus facultades físicas, psíquicas y sociales, razón por la cual la Pedagogía ha de asumir su responsabilidad en este campo”.

Todas las definiciones nos llevan a una misma idea: la inadaptación social se da cuando se produce un desequilibrio en la comunicación-relación entre el individuo y la sociedad, entre el individuo y su medio.

Este desajuste entre el individuo y la sociedad queda materializado en numerosas situaciones (Ayerbe, 1991): falta de participación activa y constructiva, dificultades para vivir en sociedad, marginación económica, social, cultural, escolar y laboral, etc.

Las causas de la inadaptación social no solo están en el individuo o en la sociedad, sino que están en ambos a la vez. Hay quienes dan un mayor peso al individuo y quienes se lo dan a la sociedad.

Cuando hablamos de inadaptación no podemos olvidar la relación que existe entre este término y algunos otros, como el caso del concepto de marginación y desadaptación.

Todos hemos utilizado alguna vez el calificativo de desadaptado o de inadaptado con connotaciones despectivas para referirnos a aquellas personas cuya manera de ser o de cuyo estilo de vida no se corresponde o creemos que no se corresponde con lo socialmente aceptable. Pensemos por ejemplo en un ocupa. Hay diversas opiniones en torno a la forma de ver a esta persona. Podemos pensar que son personas desadaptadas que no respetan las normas sociales y de convivencia o son personas que luchan por un derecho humano básico.