lunes, 2 de noviembre de 2009

Marginación e inadaptación.

En todas las sociedades se ha manifestado el fenómeno de la inadaptación y la desadaptación social.

Cuando hablamos de inadaptación hacemos referencia a la “incapacidad para adaptarse a una situación determinada, desajuste personal, conflicto con el medio, existencia de un comportamiento antisocial, inestable…”

La inadaptación supone que un individuo se encuentre al margen de la normalidad social y manifiesta un comportamiento discrepante con respecto a pautas de comportamiento consideradas normales en un determinado contexto.

Si relacionamos la inadaptación con el concepto de marginación, hemos de empezar diciendo que la marginación sería el “proceso por el cual una sociedad rechaza a unos determinados individuos que no tienen porque desempeñar una conducta específica”.

Un individuo con un comportamiento discrepante puede llegar a una situación de marginación; en cambio, una situación de marginación no tiene porque implicar conductas desadaptadas. Los gitanos tienen una cultura diferente a la de los payos. Los payos consideran sus conductas desadaptadas, llevándoles a una situación de marginación.

La marginación englobaría a los inadaptados pero también a los adaptados. El inadaptado no está adaptado a la sociedad por ciertas condiciones o circunstancias, como por ejemplo el paro o la desestructuración familiar. Al marginado, la sociedad le rechaza por motivos de religión, sexo, cultura, etc.

Para finalizar, diremos que el inadaptado puede ser marginado (un delincuente por ejemplo) y un marginado no tiene porque ser inadaptado (una mujer por ejemplo).

No hay comentarios:

Publicar un comentario